Las cosas no estaban rotas,
pero yo lo rompí todo.
Anhelaba el caos,
deseaba la entropía,
porque en la destrucción encontraría el cambio.

El orden de antes ya no me contenía,
así que lo quebré todo,
dejé que todo se desmoronara
para ver las verdaderas ruinas.

Porque sabía que, entre los escombros,
nacería una nueva versión
donde todo es posible, una y otra vez.

-El origen